Si no llegas a fin de mes
no es por el dinero.
Es porque te entretienes.
No hace mucho te vi
recostada durante cuarenta y ocho horas
en el regazo del cinco de Agosto.
Al día siguiente para ti era seis,
para mí siete.
No hay que enamorarse de los días, mujer.
Hay que dejarlos pasar
y enamorarse de los ratos
que uno pasa a tu lado.
viernes, 23 de abril de 2010
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