¿Dónde hemos dejado aquel sábado?
La casualidad perfecta.
Subiste.
Un té.
Tres litros de cerveza.
Una raclette con Alex y Anna.
Wilco.
Tom Waits.
“Tú, Garfúnkel”
y jugar a que un vaso amarillo
no cayera del capó de mi coche.
¿Dónde están todos los amigos
que nos encontramos en la cruzada?
Los locales que te vieron bailar.
Que te vieron tal y como eres,
una princesa cogida de mi mano.
jueves, 5 de agosto de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario